jueves, 27 de noviembre de 2014
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Equipo de alto rendimiento
¿Quieres tener éxito en tu organización? Necesitas formar equipos de alto rendimiento
Es difícil encontrar personas que se sientan parte de un equipo en su
trabajo u ocupación. Es interesante que los jefes, gerentes o “líderes”
hablan de su gente como “su equipo” pero en la mayoría de los casos “su
gente” no se siente parte de un equipo. Normalmente se sienten
simplemente como empleados. Por otro lado, las organizaciones que han logrado hacer a su gente
sentirse parte de un equipo logran los mejores resultados utilizando la
menor cantidad de recursos. Es decir, son organizaciones eficientes y de
alto desempeño.
Los líderes que han sido capaces de formar verdaderos equipos
inevitablemente han desarrollado 4 principios de manera ejemplar.
Algunos de manera intuitiva y otros de manera consciente, pero siempre
conseguirás estos 4 aspectos en todo equipo de alto rendimiento. Un equipo de alto rendimiento es un grupo que está conformado por
personas que tienen una claridad perfecta en el QUÉ, el POR QUÉ, el CÓMO
y que tienen una fuerte predisposición a la ejecución.
1. Incluye sólo personas con fuerte predisposición a la ejecución y capacitalas.
El objetivo de un equipo es lograr un objetivo. Es decir, actuar
hacia algo. Si quieres dar resultados necesitas personas que tienen
predisposición a la acción. Existen personas que son lo que yo llamo “pensadores”. Estos
individuos piensan, filosofan, planean, evalúan, etc. Existe otro grupo
de personas que son “Actuadores”. Ellos están siempre impulsados a
actuar, acometer una tarea, lograr un objetivo. La verdad es que todos tenemos algo de “pensador” y algo de
“actuador”. Lo importante es que sólo incluyas en tu equipo a personas
que tienen una tendencia a actuar más que a pensar.
(En un equipo puede haber personas que hacen labor de consultores o mentores… ahí sí podemos incluir los “pensadores”)
Nunca olvides que es mucho más fácil educar a un “actuador” que activar a un “pensador”
El otro punto incluido es que necesitas capacitar a las personas correctamente. Hay que conocer a la persona, sus
fortalezas, su pasión, sus debilidades y sus ambiciones para
posicionarla en el lugar que dé los mejores resultados. Uno de los errores más comunes es dar mayor responsabilidad a un
individuo que no está listo para ella. Esto frustra al individuo y lo
lleva al fracaso. Necesitamos darle el tiempo a las personas de madurar
para que puedan continuar teniendo éxito en el siguiente nivel.
Si existe algo que quiero que recuerdes de este artículo es lo
siguiente: incluye en tu equipo sólo a personas que tienen
predisposición a actuar.
2. Claridad perfecta en el QUÉ:
El equipo necesita tener una claridad absoluta en QUÉ hace la organización en la cuál pertenece.
Una de las situaciones más comunes a las que me he enfrentado es
cuando le pregunto a distintos miembros del mismo equipo “qué” hace su
organización, recibo diferentes respuestas.
Equipos de alto desempeño tienen muy claro el “qué” hacen ellos para ganar.
En organizaciones deportivas de alto rendimiento es sencillo ver este
concepto, pero en otro tipo de organizaciones es un poco más
complicado. Por ello es importante definir con tu equipo “qué” hace para
ganar y comunicarlo hasta el cansancio.
3. Claridad perfecta en el POR QUÉ
Equipos de alto desempeño tienen también una claridad perfecta en el
POR QUÉ. ¿Cuál es la misión del equipo? ¿Qué dejaría de pasar si el
equipo no existiera?
En organizaciones sin fines de lucro usualmente es fácil determinar
el “por qué”: Darles de beber y comer a los necesitados, descubrir la
cura de alguna enfermedad, erradicar algún problema del mundo, justicia
social, etc. Sin embargo, en las organizaciones con fines de lucro es un
poco más complicado.
Muchas veces necesitamos ir a los fundadores para buscar el “por qué”
ellos decidieron crear la empresa o la organización. ¿Qué necesidad
ellos vieron que decidieron suplir?
Descubrir el “por qué” es una magnífica fuente de motivación y le entrega un propósito a la organización.
4. Claridad perfecta en el CÓMO:
Los equipos de alto desempeño tienen claridad perfecta en “cómo”
hacer las cosas y las ejecutan de la manera esperada una y otra vez.
Los equipos deportivos de alto rendimiento practican las jugadas una y
otra vez hasta que las pueden ejecutar sin pensar. Los militares,
policías y bomberos tienen procedimientos que son repetidos hasta el
cansancio y ejecutados de manera perfecta una y otra vez. Las salas de
emergencia en los hospitales actúan de la misma manera.
Cuando eres parte de un equipo necesitas estar seguro que los otros
miembros actuarán de la manera esperada. De la misma manera, ellos
esperan que tú actúes de cierta manera. Por ello, los equipos de alto
rendimiento documentan todos los procesos claves y se aseguran que los
miembros los ejecuten a la perfección.
Un punto importante es que todo equipo, luego de documentar los
procedimientos, necesita evaluarlos constantemente para asegurarse de
que estén actualizados (debido a los constantes cambios de tecnología,
cultura, metas, etc.)
¿Quieres tener éxito? Necesitas asegurarte que construyes un equipo
de alto rendimiento. Espero que estos 4 principios te ayuden a
desarrollarlo.
martes, 25 de noviembre de 2014
Preeclampsia eclampsia: definición
Hasta hace poco, la triada clásica de preeclampsia incluía hipertensión
arterial, proteinuria y edema. Sin embargo; ahora existe un acuerdo universal
que el edema no debe considerarse como parte del diagnóstico de preeclampsia. De
hecho, el edema no es suficiente ni necesario para confirmar el diagnóstico de
preeclampsia debido a que el edema es un hallazgo frecuente en los embarazos
normales, y aproximadamente un tercio de las mujeres eclámpticas nunca
presentaron edema. Por lo tanto, la preeclampsia está definida como
hipertensión gestacional más proteinuria. La proteinuria se define como una
concentración de 100mg/dl (0.1g/l) o más en al menos dos muestras de orina
recogidas al azar con 4 horas o más de separación. O bien 300mg/dl (0.3gr/l) en
una recolección de orina de un periodo de 24 horas. En ausencia de proteinuria,
la preeclampsia debe ser definida cuando la hipertensión gestacional se
presenta en asociación con síntomas cerebrales persistentes, dolor epigástrico
o en el cuadrante superior derecho, más náusea o vómito, restricción del
crecimiento fetal, exámenes de laboratorio anormales como trombocitopenia, y enzimas
hepáticas elevadas. En la preeclampsia leve, la presión arterial sistólica se
mantiene por debajo de 160mmHg y la presión arterial diastólica por debajo de
110mmHg. La eclampsia es cuando aparecen convulsiones durante la segunda mitad
del embarazo, no atribuida a otras causas.
Fuente. Hypertension. Baha M. Sibai
lunes, 24 de noviembre de 2014
Hipertensión gestacional
Entre un 5 y 10% de las embarazadas cursan con elevaciones
de la presión arterial, de las cuales; en el 70% de las pacientes se
diagnostica hipertensión gestacional y preeclampsia, y en el 30% restante
hipertensión arterial crónica.
La hipertensión gestacional está definida por la elevación de
Novo de la presión arterial que aparece después de la semana 20 del embarazo,
sin proteinuria significativa ni otros signos de preeclampsia. Se diagnostica
hipertensión gestacional en 6 a 17% de las nulíparas y en 2 a 4% de las
multíparas; y suele normalizarse la presión arterial en los primeros 10 días
del postparto.
La hipertensión gestacional leve está definida
por una presión arterial sistólica mayor o igual de 140 mmHg y diastólica mayor
o igual de 90 mmHg, pero menor de 160/110 mmHg en dos o más ocasiones con 4 – 6
horas de diferencia entre ambos registros en un lapso de siete días, sin
proteinuria en una recolección de orina de 24 horas y sin datos multisistémicos
de preeclampsia. En el caso de la hipertensión gestacional severa la presión
arterial está por arriba de 160/110mmHg.
En diversos estudios se reporta que hasta un 25%
de las pacientes con hipertensión gestacional pueden evolucionar a
preeclampsia. Este riesgo es mayor (42%) cuando la hipertensión gestacional
aparece antes de las 30 semanas. La evidencia actual sugiere que el riesgo de
evolucionar a preeclampsia tiene una relación inversa con la edad gestacional a
la que aparece la hipertensión.
La morbilidad y la mortalidad materna y
perinatal debidas a hipertensión gestacional son similares a las de la población
general. La forma leve tiene por lo general un curso benigno; sin embargo, la
forma severa ofrece mayor riesgo para el binomio. La morbilidad perinatal en la
hipertensión gestacional severa es similar a la de la preeclampsia severa;
tiene dos veces más riesgo de nacimiento prematuro y cuatro veces más de que el
peso del neonato esté por debajo del percentil 10, por lo que se recomienda la
vigilancia intensiva materno-fetal.
El
tratamiento de la hipertensión gestacional leve es aún motivo de controversia;
sin embargo, ante el riesgo de evolución a preeclampsia en la actualidad se
recomienda interrumpir el embarazo por la vía obstétrica más adecuada a las 37
semanas. En el caso de la hipertensión gestacional severa, debe tratarse a la
paciente con los mismos lineamientos de preeclampsia severa.
Fuente. Ginecol Obstet Mex 2014; 82: 70-4
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La
hipertensión gestacional es la causa más frecuente de hipertensión durante el
embarazo. La incidencia se incrementa notablemente en pacientes con gestación
múltiple. Por lo general, la mayoría de los casos de hipertensión gestacional se
desarrollan después de las 37 semanas de embarazo, y por lo tanto los
resultados en las pacientes suelen ser idénticos a los observados en mujeres embarazadas
con presión arterial normal. Tanto la edad gestacional como el peso del
producto al momento del nacimiento en pacientes con hipertensión gestacional son
significativamente mayores que en los embarazos con presión normal. Sin embargo, las mujeres
con hipertensión gestacional leve tienen tasas más altas de la inducción del
trabajo de parto y por lo tanto tasas más altas de operación cesárea.
La
morbilidad materna y perinatal se incrementan sustancialmente en las mujeres
con hipertensión gestacional grave, de hecho estas mujeres tienen mayor riesgo
de morbilidad en comparación con las mujeres con preeclampsia leve. Las tasas
de desprendimiento prematuro de placenta, parto prematuro (antes de las 37 y 35
semanas), y productos pequeños para la edad gestacional en estas mujeres son
similares a las observadas en mujeres con preeclampsia severa. Por lo tanto, las
mujeres con hipertensión gestacional severa deben ser manejadas como si tuvieran
preeclampsia severa.
Fuente.
Hypertensión. Baha M. Sibai
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