miércoles, 16 de septiembre de 2015

Caso Irene, 14 años sin justicia

Caso Irene, 14 años sin justicia

Como suele suceder cuando las víctimas luchan por acceder a la justicia, a la reparación integral del daño y a acordar medidas para que las violaciones no se repitan, las instituciones mexicanas demoran, evaden o simple y llanamente realizan acciones por su cuenta rompiendo acuerdos.
¿Qué ha pasado?
Esencialmente el IMSS Oaxaca, ha respondido con mínimas acciones al oficio que el magistrado le hizo llegar para que se hiciera responsable de los daños cometidos a Irene: la implantación del DIU sin su consentimiento, y la enorme violación a su integridad por la negligencia médica durante la práctica de una cesárea que la ha dejado postrada prácticamente 14 años.
Tal respuesta se ha remitido en efectuar revisiones médicas a Irene, su hijo y los integrantes de la familia, la realización de vez en cuando de fisioterapia y la incorporación a la familia a la atención en salud mediante la modalidad de IMSS-Prospera. Además lanzaron una promesa de gestionar para Irene y su hijo la inclusión vitalicia en el tercer nivel del IMSS Ordinario, asunto aún no concretado. Finalmente, un listado de gestiones prometidas, que como bien dice el dicho popular “las palabras se las lleva el viento” y por lo visto también las obligaciones normativas.
El artículo 1° de la Constitución obliga al Estado mexicano reconocer proteger y garantizar los derechos humanos. El Estado tiene el deber de hacer todo lo que está a su alcance para reparar el daño cometido a las víctimas e implementar acciones para que dichos perjuicios no sucedan nuevamente a la población en general. Básicamente concretar las llamadas “reparaciones transformadoras”, es decir, modificar las condiciones que llevaron a las violaciones a los derechos humanos.
El IMSS al contrario de asumir su responsabilidad hasta sus últimas consecuencias, evade el principio de derechos humanos, donde las víctimas directas e indirectas son el centro de los procedimientos de reparación. En el transcurso del 2015 ha eludido compromisos y rompe el cauce de las reuniones de trabajo entre las partes y no lleva el procedimiento de participación, diálogo y consulta con las víctimas.
Aunque se había logrado sentarse con el IMSS, las dos acciones que la institución aleatoriamente desarrolló en el año en curso, significan un retroceso. Porque en la primera la señala como una medida de no repetición, y la segunda, por auto excluirse de responsabilidades en los hechos que afectaron de manera permanente a la salud integral de Irene.
Es así que en febrero pasado el IMSS Oaxaca, hizo llegar a Fundar, Centro de Análisis e Investigación, un oficio junto con varios ejemplares de un largometraje de 2 horas de duración, titulado “No hace falta morir”, catalogándolo como una acción de no repetición, no obstante, sin pasar por un acuerdo con las víctimas. Fundar respondió formalmente a dicha delegación del IMSS, enfatizando que “la versión narrada en el material muestra a las instituciones de salud públicas, y en especial al IMSS, funcionando a la perfección mediante una atención cercana, oportuna y con pertinencia cultural hacia las mujeres habitantes de comunidades indígenas, y es el marido machista y violentador— el principal obstáculo para que la mujer reciba la atención provista por el Estado, finalmente causando su muerte.” A todas luces una visión sesgada, racista y discriminatoria precisamente de las poblaciones a las cuales pertenece Irene, su familia y comunidades que habitan.
Pero el IMSS en vez de reaccionar y retomar el diálogo con la familia de Irene y su representación, recientemente entregó al Primer Tribunal Unitario de Oaxaca, un “Análisis sociológico con perspectiva de género y enfoque estructuralista” , con el que pretende la reconsideración –y por tanto exoneración- de su responsabilidad en los hechos, asegurando que gracias a la atención del hospital de Tlaxiaco, fue salvada la vida de Irene y la de su hijo.
Fundar ha presentado al IMSS propuestas específicas de reparación del daño a Irene, su hijo, hermana, hermano, madre y padre; de igual manera medidas de no repetición. Una de suma importancia es la concerniente a la capacitación permanente al personal médico, de enfermería y administrativo adscrito al Hospital Rural del Régimen Prospera en Tlaxiaco (recinto donde a Irene se le practicó la cesárea), en atención de emergencias obstétricas y del manejo del parto normal, así como la sensibilización en derechos humanos, equidad de género e interculturalidad. Llama la atención que Fundar entregó la propuesta elaborada, la cual contó con la asesoría de académicas especialistas y de la red intersectorial Comité por una Maternidad Segura.
En la última reunión entre las partes, el 4 de diciembre del 2014, quedó la constancia en la minuta institucional, que el delegado del IMSS manifestó que instruiría al IMSS Prospera para la implementación de un programa piloto en ese hospital, para efectuar tales capacitaciones, aunque sin los componentes de derechos humanos, interculturalidad y género, sin embargo, a la fecha el delegado fue cambiado, el IMSS da largas refiriendo a Fundar con las oficinas nacionales en el Distrito Federal y así a las minutas oficiales también se las lleva el viento.
Es importante señalar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) notificó a Fundar que la petición presentada en octubre pasado en contra del Estado Mexicano, por violaciones al derecho a la integridad personal y salud de Irene, por morbilidad materna y falta de acceso a la justicia, ha sido registrada bajo el número P-1448-14, y se encuentra actualmente bajo estudio. Es decir, la CIDH se encuentra ya analizando el caso de Irene para determinar su admisibilidad.
La búsqueda de justicia es incansable.

martes, 9 de diciembre de 2014

Manejo del Triage obstétrico y Código mater

Introducción
La mortalidad materna es un problema de salud pública a nivel mundial, la muerte de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio está considerado un problema no resuelto, ello a pesar de los avances y metas que se plantearon a partir de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM). En particular el quinto de estos objetivos que consiste en mejorar la salud materna y cuya meta para el 2015 consiste en reducir en tres cuartas partes la razón de mortalidad materna, lo que significa llevar el valor de este indicador a 22.6 por cien mil nacidos vivos.
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mortalidad materna representa un grave problema de salud pública y se ha observado que en el 80% de los casos las causas son prevenibles, es por eso que en el informe Objetivos de Desarrollo del Milenio se establece el acceso universal a la atención de la salud reproductiva, incluida la planificación familiar, como punto de partida para la salud materna. De acuerdo con el Observatorio de la mortalidad materna en México para el año 2010 entre las principales causas de mortalidad materna se ubicaron, en primer lugar los trastornos hipertensivos del embarazo, en segundo lugar las hemorragias obstétricas y en un tercer lugar el aborto (el cual puede desencadenar en hemorragia y/o sepsis).
Durante los últimos años se han implementado estrategias que buscan disminuir la mortalidad materna. De las cuales; el Triage Obstétrico y el Código Mater representan una experiencia factible. Por lo anterior se implementó en algunas Unidades de Salud, el Triage Obstétrico el cual es un sistema de clasificación que permite identificar rápidamente la presencia de alguna complicación, catalogar su gravedad y establecer acciones inmediatas.  Para el año 2002, en el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) inicia la política de “cero rechazo” que significa el no rechazar a ninguna mujer embarazada (tenga o no seguro popular), para lo cual se crea el módulo de valoración individual (MVI) atendido por enfermeras perinatales y licenciadas en enfermería y obstetricia. Finalmente; las mujeres que fallecen en los hospitales  en algunos casos se deben a fallas en la atención de la emergencia obstétrica,  y los factores que se ha visto que contribuyen en este fenómeno están la deficiencia en la identificación oportuna de complicaciones y el retraso de la atención efectiva.

Triage Obstétrico
El Triage Obstétrico es un protocolo de atención de primer contacto en emergencias obstétricas, el cual tiene como propósito clasificar la situación de gravedad de las pacientes y precisar la acción necesaria para preservar la vida del binomio o bien la viabilidad de un órgano dentro del lapso terapéutico establecido. Este sistema se ha adaptado para emplearse en el periodo perinatal (embarazo, parto y puerperio) y en cada contacto de la paciente con el personal de salud. Cuando una paciente es identificada con alguna complicación o emergencia se enlaza y se activa la ruta crítica para la vigilancia del embarazo (Código mater). Se clasifica de acuerdo a su condición clínica de la paciente y de acuerdo a su valoración, se manejan dos distintivos de color, rojo y verde (emergencia y no emergencia respectivamente). Color Rojo: Atención inmediata, se considera que está comprometida la función vital de la mujer o el feto, puede ser debida a Preeclampsia severa, eclampsia, desprendimiento prematuro de placenta, sepsis puerperal, tromboembolia y embarazadas poli traumatizadas (entre otros). Color Verde: Pacientes sin antecedentes, en procesos agudos estables, su atención será de 30 a 60 min.

Módulo de Valoración Individual
Se requiere que una enfermera perinatal o licenciada en enfermería y obstetricia sean quienes llevan a cabo el Triage Obstétrico, así como los registros correspondientes en la bitácora de ingresos. Estas profesionales deberán conocer y aplicar perfectamente la escala, realizar una rápida evaluación clínica, registrar los datos expresados por la paciente y dirigir la entrevista, cuando sea necesario, para objetivar al máximo el motivo clínico de consulta y la situación fisiológica de la paciente mediante la monitorización de las constantes vitales (tensión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y temperatura) y documentar dicha valoración.

Funciones de la Enfermera Perinatal y/o Licenciada en Enfermería y Obstetricia.
a) Participar en el manejo oportuno y adecuado en la atención de la paciente obstétrica, así como realizar la clasificación de acuerdo al Triage obstétrico establecido.
b) Toma y valoración de signos vitales, monitoreo de glucosa en sangre, detección de proteínas en orina, así como realizar los procedimientos necesarios para la correcta clasificación inicial de las pacientes de acuerdo a los signos y síntomas encontrados.
c) Realizar una cuidadosa y puntual exploración física, para coadyuvar a determinar tempranamente el diagnóstico médico; así como valorar el ingreso hospitalario, tratamiento ambulatorio o en su caso referencia a otra unidad.
d) Conocer y aplicar al 100% el Triage Obstétrico.
e) Realizar el registro del 100% de las pacientes que son atendidas en el módulo de valoración inmediata.

Código Mater
Código mater es un sistema de atención de respuesta rápida, concebida como una estrategia hospitalaria para la atención multidisciplinaria de la urgencia obstétrica (hipertensión arterial, sangrado y sepsis). Lo compone el Equipo multidisciplinario de profesionales de la salud cuya función es optimizar el sistema de atención y los recursos hospitalarios (gineco-obstetra, enfermera, médico intensivista o internista, pediatra, anestesiólogo, inhalo terapeuta, trabajadora social, laboratorio y ultrasonido), capacitados en urgencias obstétricas, está sustentado en un Proceso ABC.

A Identificar (signos de alarma):
a) Hipertensión o hipotensión arterial
b) Convulsiones
c) Alteraciones del sensorio  estado de coma
d) Sangrado transvaginal o de otra vía
e) Taquicardia, taquipnea, cianosis, hipertermia > 38
f) Signos y síntomas de choque

B. Tratar (Guías de Tratamiento Clínico)
a) Preeclampsia, eclampsia
b) Hemorragia obstétrica
c) Sepsis

C. Trasladar
De acuerdo al caso al servicio de Admisión de Toco cirugía, Unidad de choque o cuidados intensivos obstétricos.

Ruta Crítica
1. Ingresa la paciente por sus propios medios o por personal de ambulancia.
2. Es valorada por personal de Triage obstétrico, quien activa código mater mediante alarma.
3. Inicia tratamiento de acuerdo a Guías de Tratamiento Clínico.
4. Traslado para manejo complementario bien a quirófano o la Unidad de Toco-Cirugía, Unidad de Choque o Cuidados Intensivos Obstétricos.
5. Retroalimentación permanente del sistema, mediante capacitación continua, evaluación crítica de resultados y revisión periódica de la evidencia científica.

Resultados
En el ISEM se ha recopilado evidencia de que la implementación del Triage Obstétrico ha logrado reducir tiempos de espera para la consulta obstétrica de 37 minutos a 9.9 minutos; y para las urgencias calificadas de 7.4 minutos a 2.2 minutos colaboran para su realización el personal de primer contacto entre quienes destaca la Licenciada en enfermería o la enfermera especialista perinatal. Por lo cual se puede afirmar que el índice de efectividad del Triage obstétrico es del 100 por ciento.

Todo el personal que labora en el hospital debe conocer el programa de Cero Rechazo en Urgencias. Una expresión de esta estrategia aplicada en el estado de México se apreció en la disminución de la razón de mortalidad materna del 2005 al 2007 de 76.4 a 46.7 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, que representa una disminución de 38.8% en la RMM, sin embargo con base en estas cifras, faltan 27.9 puntos para alcanzar la meta del milenio, lo que equivale a disminuir 3.5 puntos por año.
En el Hospital General de Ecatepec “Las Américas” desde el año de su apertura (2006 al 2012), el Código Mater fue implementado a partir del año 2007; durante los dos primeros años que se llevó a la práctica se identificaron fortalezas y debilidades del equipo multidisciplinario que es convocado en la urgencia y de la propia institución. Las estadísticas muestran los avances obtenidos año tras año en la atención Materna, y evidencian cómo mediante la aplicación de éstas estrategias y protocolos de los que hemos venido hablando, se han logrado cambios significativos en la población; desde el momento en que se logra identificar las diversas formas de manifestación de posibles complicaciones, y a través de establecer un manejo uniforme por parte de todas las especialidades.

Resultados del Triage obstétrico y Código Mater



domingo, 7 de diciembre de 2014

Triage obstétrico

Enfermeria Universitaria ENEO-UNAM 2012; 9(2): 61-76

Mortalidad materna en Chile.


La muerte de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio continúa siendo un problema de salud pública, especialmente en los países en desarrollo y en los menos desarrollados. Es así que continúan los esfuerzos internacionales por controlar este flagelo; de hecho los gobiernos de 149 países se comprometieron a reducir la mortalidad materna en 75% para el año 2015. En América Latina sólo Argentina, Chile y Costa Rica pudieron demostrar reducciones sostenidas del indicador en el decenio de los 90. Chile, en el período 1990-2000 redujo significativamente la mortalidad materna de 39,9 a 18,7/100.000 nacidos vivos, cumpliendo con el compromiso regional de reducir el indicador en 50% para esa década, y programó una reducción a 12/100.000 nacidos vivos para 2010. Rev Chil Obstet Ginecol 2005; 70(2): 79-82. Leer artículo completo

Errores comunes en manejo de hemorragia obstétrica